domingo, 13 de septiembre de 2009

notes...

I wanna feel tonight what many people feeling all the time into the big tunnel full of indifferent minds.
I don't know how many people cares that there are kids who need a hand to getting up, who may feel that there is something bad, who try to believe on hopes, and who may keep smiling in the reality of a hardest world.
However, I'm sure that the efforts of people who believe on peace is the most important reason to stay and never leave. Don't leaving the chance to climb for our common dream, to built something real that can make us feel all we need...
Because when we may feel what everyone would like to transmit, then we can be sure that they are trusting we are ready to learn of their experiences, which belong on our goal to change the world.
And tonight I just wanted to write about what I've been learning in a wonderful process, where I find everyday new meaning of peace, but all of them believe on the same wish: world is all we can do for the following generations, but peace is what we can give to the children in present, who will be the future builders of a better dream, of a fair world.

miércoles, 24 de junio de 2009

para soñar...

No quiero que mi tiempo pase sin el placer de escuchar tu historia. Convénceme hoy de eso que sueñas, como si fuera la última oportunidad que tuvieras de expresar lo que más anhelas!

Y no calles bajo el miedo de quienes no creen en los sueños, porque en este mundo lleno de misterios, la verdad que traen los sueños es lo que nos deja seguir sintiendo; nos deja vivir queriendo, lo que creemos y lo que desconocemos...

Sólo espero que algún día el mundo aprenda a confiar en sus propios sueños...esos que son inciertos frente al horror de lo que humanos hacemos, pero que están ahi, más cerca de lo que vemos y más allá de lo que en vida creemos.

martes, 9 de junio de 2009

LO QUE PASA Y DEJAMOS PASAR...

¿Cuántas veces pasa en tu mente la necesidad de sentir el dolor de la gente? o ¿Cuántas veces pasa la gente con el dolor tan latente que hace reaccionar tu mente?
¿Cuántas veces nos cansamos de esos que piden en las calles y de olor insoportable?
pero ¿Cuántas veces ese olor incontrolable nos traslada a la vida de la calle?

Así de mal es el dolor de otro que le cuenta a la basura la más entrañable sensación de hambre, y ni hablar de ese que no tiene que estar en la calle para vivir en el hogar el dolor inexplicable. Porque le pegan si no produce, porque la violan si no se deja, porque le gritan si está llorando, porque lo echan si hace algo.

Porque es mejor estar en la escuela, que es un lugar seguro entre lo que atormenta; porque es mejor dormir afuera y no llegar sin dinero o lo golpean;
porque es peor estar consciente de lo que mamá permite que le haga la gente;
y es peor no preguntarse a veces, lo que pasa en el mundo de ese que guarda el maltrato en su cuerpo, y en su mente...¿Te has fijado alguna vez en la gente?

martes, 28 de abril de 2009

DE LA GUERRA...DE MIS MUERTOS

La guerra pasa sobre la tierra sin remordimiento de los muertos. Esas víctimas que tenían familia, esos muertos que tuvieron hijos, que fueron padres, que ya se fueron.
Todo, pretendiendo ser justo entre los vivos; esos que se presentan como humanos con complejo de Dios; esos que quitan las vidas como si no tuvieran una propia; esos que conciben la matanza con vana gloria; sí, esos que son en persona los que nunca han tenido memoria.
Y parece que la guerra sigue teniendo victoria, en este mundo que pretende olvidar la historia. Parece que el cuerpo se acostumbrara al vacío que dejan los que se fueron; algunos de ellos sin haber tenido la oportunidad de despedir lo propio, de repugnar lo ajeno.
La familia se cansa de llorar sus muertos, y de preguntarle a Dios por qué se fueron;y los recuerdos no dejan de latir en los sueños, de esos hijos que están en duelo.
Los vivos, esos que sí son buenos, intentan hacer del mundo un lugar bello; pero a veces cuando la guerra toca tu puerta sin mayor condolencia, te preguntas si en realidad es posible transformar esta tierra. Esta tierra, que guarda huellas de nuestros muertos, y que intenta día a día hacernos creer a los buenos, la responsabilidad de evitar a otros un lamentable e injusto duelo.

miércoles, 22 de abril de 2009

PARA PENSAR...



Cuando la vida se reduce a lo que soy y lo que debería ser
me siento más segura de lo que no deseo ser.
Cuando la indiferencia toca mi puerta en cada calle, en cada bus, en cada clase, o en una multitud, entiendo claramente lo que hace falta en este mundo escaso de memoria y gratitud.
Y si deseo vivir en paz no es tanto por mi historia personal, sino por aquellos que cuentan sus historias sin eco en la sociedad. ¿Cómo se aprende a escuchar, si no es sintiendo las lágrimas de esos niños que aprendieron a relatar las injusticias que sus vidas han de reinar?
Ojalá que algún día las balas dejaran de escribir con sangre el resentimiento de los mortales; ojalá nunca tan lejos ninguno sufra la sensación de sentir hambre; ojalá no muy tarde hagamos de la memoria lo más grande; y ojalá antes de irnos la paz sea indispensable.
Yo diría que la vida me vuelve a hablar para de mi sueño despertar; y no volverme a preguntar lo que soy y lo que debería ser, sino mas bien despertarme para no dejar de hacer parte de lo que le da sentido a la humanidad: el deseo de vivir sin violencia, sin pobreza, sin injusticia, sólo en paz.

REFLEXIONES

Estoy cansada de estar presa entre el conocimiento de las necesidades y la impotencia de no poder suplir todas. Estoy presa, como muchos, en la indiferencia a la pobreza, en la insensibilidad a la violencia, y peor aún: en la resignación de la humanidad por no querer hacer parte del cambio que deberíamos provocar.
Las calles son grandes celdas para algunos que dejaron de tener un hogar; las armas son protección para quienes de tanto asesinar dejaron de ser libres por su accionar; las lágrimas no son más que el dolor de esos que preguntan a la vida la razón que la muerte les dejó; pero las sonrisas de los niños son lo mejor: el interminable valor que en medio del sufrimiento, de la injusticia, y el mismo temor, dan esperanza a los que encontraron un motivo diferente a la resignación, para hacer de este mundo un lugar mejor.
El mundo como gran cárcel no deja de ser el lugar que cuenta la experiencia de cada ser...por los que cuentan su historia; por quienes no los dejaron hablar; por los que murieron en la absurda necesidad de que alguien los quisiera escuchar.